Macrolophus caliginosus) en manejo integrado de plagas de hortícolas de la familia de las solanáceas, especialmente tomate. Es un depredador generalista que se alimenta de mosca blanca, huevos y primeros estadios larvarios de lepidópteros (incluida Tuta absoluta), trips y araña roja. Cuando carece de presas se puede alimentar del cultivo, cosa que por otro lado es una ventaja, puesto que en ausencia de presa puede sobrevivir. Para la óptima instalación del insecto, este precisa de elevadas temperaturas así como de abundante presa, que en su defecto se sustituirá por huevos de Ephestia kuehniella. Respecto a sueltas, los individuos, que se comercializan en botes de plástico, se liberan a los 15-30 días del transplante a una dosis de unos 10.000 individuos/Ha repartidos en dos sueltas. Otra posibilidad es que en las plántulas se haya introducido previamente el insecto para que al estar ya instalado se desarrolle antes. Este método es muy aconsejable en trasplantes tardíos, después del verano, que por las condiciones climáticas las poblaciones aumentan con mayor dificultad. La desventaja es que al estar el insecto presente desde el inicio, no se podrán aplicar los tratamientos que en agricultura convencional se llevan a cabo a las bandejas de plántulas en el momento del transplante o bien realizarlos con productos específicos. En el muy poco probable caso de que la población del mírido aumentase hasta provocar daños al cultivo por ausencia de presas, se puede dar un tratamiento para regular sus poblaciones. Hay que tener en cuenta la época del año, ya que a partir de octubre, con la llegada del frío, sus poblaciones descienden y no vuelven a aumentar hasta la próxima primavera. La materia activa a escoger dependerá del grado de los daños, aunque la recomendación es aplicar un tratamiento suave a base de aceite de parafina (no se puede utilizar si se ha aplicado azufre días antes), y siempre dejando alrededor de un 10-20% de plantas sin tratar para no erradicar la población y dar la posibilidad al chinche de recuperarse. Como medida cultural el mantener las malas hierbas, desde el punto de vista de los míridos depredadores, favorece su instalación en el cultivo al actuar como reservorio." />
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Nesidiocoris tenuis

Orden: Heteroptera

Familia: Miridae

Nombre científico: Nesidiocoris tenuis

Nombre común: chinche depredador

Afecta a: Otros insectos

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HeteropteraHeteropteraImportancia Fauna auxiliar

Caracteres diagnósticos

EstadoTamañoCaracterísticas
Larva< 3,5-4 mmSimilar al adulto, pero sin alas. En esta especie de mírido están bien marcados los segmentos abdominales y el primer artejo de las antenas tiene una banda central negra.
Adulto3,5-4 mmDe color verde claro con manchas negras. A nivel de especie se distingue por tener el borde posterior de la cabeza negro.

Chinche de la familia de los míridos, fundamental (junto con Macrolophus caliginosus) en manejo integrado de plagas de hortícolas de la familia de las solanáceas, especialmente tomate. Es un depredador generalista que se alimenta de mosca blanca, huevos y primeros estadios larvarios de lepidópteros (incluida Tuta absoluta), trips y araña roja. Cuando carece de presas se puede alimentar del cultivo, cosa que por otro lado es una ventaja, puesto que en ausencia de presa puede sobrevivir.

Para la óptima instalación del insecto, este precisa de elevadas temperaturas así como de abundante presa, que en su defecto se sustituirá por huevos de Ephestia kuehniella. Respecto a sueltas, los individuos, que se comercializan en botes de plástico, se liberan a los 15-30 días del transplante a una dosis de unos 10.000 individuos/Ha repartidos en dos sueltas. Otra posibilidad es que en las plántulas se haya introducido previamente el insecto para que al estar ya instalado se desarrolle antes. Este método es muy aconsejable en trasplantes tardíos, después del verano, que por las condiciones climáticas las poblaciones aumentan con mayor dificultad. La desventaja es que al estar el insecto presente desde el inicio, no se podrán aplicar los tratamientos que en agricultura convencional se llevan a cabo a las bandejas de plántulas en el momento del transplante o bien realizarlos con productos específicos.

En el muy poco probable caso de que la población del mírido aumentase hasta provocar daños al cultivo por ausencia de presas, se puede dar un tratamiento para regular sus poblaciones. Hay que tener en cuenta la época del año, ya que a partir de octubre, con la llegada del frío, sus poblaciones descienden y no vuelven a aumentar hasta la próxima primavera. La materia activa a escoger dependerá del grado de los daños, aunque la recomendación es aplicar un tratamiento suave a base de aceite de parafina (no se puede utilizar si se ha aplicado azufre días antes), y siempre dejando alrededor de un 10-20% de plantas sin tratar para no erradicar la población y dar la posibilidad al chinche de recuperarse.

Como medida cultural el mantener las malas hierbas, desde el punto de vista de los míridos depredadores, favorece su instalación en el cultivo al actuar como reservorio.

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