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Ceratitis capitata

Orden: Diptera

Familia: Tephritidae

Nombre científico: Ceratitis capitata

Nombre común: mosca de la fruta

Afecta a: cítricos, frutales de hueso y en menor medida de pepita, caqui, higuera, vid, etc.

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DipteraDipteraImportancia Muy graveFrutalesFrutalesCítricosCítricosVidVidFrutoFruto

Caracteres diagnósticos

EstadoTamañoCaracterísticas
Larva6-9 mmEs un "gusano" de color crema, sin patas, con la cabeza muy pequeña y el extremo anterior del cuerpo más estrecho que el posterior.
Adulto5-6 mmCuerpo de color amarillento, con las alas trasnparentes y manchadas de marrón, negro y amarillo. Tórax blanquecino, con un mosaico característico de manchas negras. Escutelo negro brillante. Abdomen con dos bandas transversales más claras. Ojos grandes y rojos.

Ciclo fenológico

HuevoLarvaPupaTotal ciclo
Duracion (d) a 25ºC2-58-106-1316-25

La mosca de la fruta pasa el invierno como pupa, enterrada en el suelo o bien como larva si encuentra hospedantes que fructifiquen en invierno. En climas suaves, ya a finales de invierno aparece la primera generación de adultos, que afectan a cítricos tardíos. Tras la reproducción, las hembras pican la corteza del fruto y verifican la puesta de huevos en su interior. Las larvas emergentes se alimentan de la pulpa del fruto practicando galerías, los cuales se pudren y caen al suelo. Acto seguido las larvas abandonan el fruto para pupar en el interior de un pupario de 4 mm y de color marrón rojizo, enterradas en el suelo, a unos pocos centímetros de profundidad.

A principios de primavera aparecen los nuevos adultos, que pasan a los frutales de maduración más temprana, como son albaricoques o nísperos. Las generaciones se suceden, afectando ya en verano a melocotones y demás frutales de hueso, coincidiendo con la 3ª generación, frutales de pepita, higos, caqui, después a la vid, y por último a los cítricos más tempranos, clementina precoz por ejemplo, a partir de octubre A partir de noviembre con la bajada de temperaturas cesa en gran medida su actividad, para reaparecer de nuevo al finales del invierno, completando así su ciclo de vida.

La mosca de la fruta se desarrolla de forma óptima a un rango de temperatura comprendido entre 16 y 32ºC y una humedad relativa del 75-85%.

Temperatura umbral (ºC)10
Integral térmica (grados día)360

Generaciones anuales

Hasta 8

Síntomas / Daños

Pudrición del fruto por la entrada de hongos a través de las picaduras realizadas por las hembras a la hora de poner los huevos.

Caída de frutos por descomposición de la pulpa.

Destrío inmediato del fruto por presencia de larvas y sus galerías.

Control y Tratamiento para mosca de la fruta

El control de la mosca del mediterráneo se debe basar en reducir el número de adultos mediante trampeo masivo y en la aplicación de tratamientos químicos que protejan la fruta cuando esta sea más receptiva al ataque y una vez detectada la plaga. Esto debe complementarse mediante unas adecuadas medidas culturales, especialmente la retirada de fruta caída al suelo.

Químico

Cítricos

Momento

Los ataques de la mosca de la fruta se inician en cítricos a partir de septiembre-octubre con el comienzo de la maduración de las variedades extra tempranas (Okitsu, Oronules, Marisol,…). Antes el fruto es muy pequeño y la mosca no lo puede picar, además tiene otros frutos más atractivos que los cítricos en ese periodo.

Las aplicaciones se inician tras la detección de la plaga a partir del cambio de color del fruto. Un posible umbral es de pulverizar cuando se capturen más de 0,5 moscas por trampa y día o bien se observen más del 1% de frutos afectados.

Tratamiento

Pulverización cebo (parcheo) encaminado a atraer y destruir adultos antes de que piquen la fruta. Se emplea un insecticida (spinosad, etofenprox, deltametrin, lambda cihalotrin) mezclado con un atrayente alimenticio como pueden ser las proteínas hidrolizadas.

En aplicaciones cebo se trata únicamente la parte más soleada del árbol, la cara sur. Repetir el tratamiento cada 7-10 días.

En las variedades extra tempranas, el tratamiento en cebo pierde eficacia una vez alcanzada la madurez total del fruto. A partir de dicho momento se recomiendan tratamientos totales.

Frutales

Momento

Una vez detectada la plaga, ya sean adultos o frutos afectados.

Tratamiento

Las materias activas a emplear son: lambda cihalotrin, deltametrin (excepto ciruelo), azadiractin, entre otros. Los tratamientos se aplican con una frecuencia de 7-10 días durante las 5 semanas anteriores a la recolección.

El caqui es un fruto especialmente sensible al ataque de la plaga. Se lleva a cabo un tratamiento preventivo a partir de cambio de color del fruto o unos días antes con las materias activas azadiractin, etofenprox. Estas sustancias pueden ser mezcladas con proteínas hidrolizadas para realizar tratamientos cebo (mojando solo la cara sur del árbol en este caso).

Vid (uva de mesa)

Momento

A partir del inicio de la maduración, tras observar la presencia de la plaga.

Tratamiento

Lambda cihalotrin aplicado en cebo de forma similar a lo expuesto anteriormente. Este tratamiento también sirve para combatir la mosca del vinagre. Repetir según sea necesario cada 7-10 días.

Biológico

Lucha autocida, que consiste en la liberación masiva de machos estériles, que compiten con el resto de machos por reproducirse con las hembras, de manera que se reducen las futuras generaciones.

Hay enemigos naturales para la mosca de la fruta, aunque no pueden controlar la plaga por sí mismos. Estos son los depredadores Pardosa cribata, Pseudophonus rufipes<(i>, y los parasitoides de pupas Pachycrepoideus vindemmiae y Spalangia cameroni. Los ensayos realizados con Opius spp. y otros parasitoides, no han dado resultados satisfactorios.

Medidas culturales

El uso de trampas es la principal medida de control tanto para seguimiento de poblaciones como trampeo masivo. Se disponen mosqueros cebados con un sobre de atrayente alimenticio más el insecticida a una dosis de 50 trampa/Ha en cítricos y frutales de pepita, y de 75 trampas/Ha en frutales de hueso y uva de mesa. Se disponen en la cara sur del árbol, que es la parte preferida por los adultos.

Deshacerse de los frutos afectados o que hayan podido quedar en el árbol y especialmente los caídos al suelo, que son importantes focos de infestación. En ningún caso se deben enterrar los frutos ni abandonar en vertederos incontrolados.

Adelantar la cosecha en la medida de lo posible.

Vigilar los ejemplares aislados que puedan haber en la parcela, como higueras, alcaparras, nispereros, etc, que pueden servir de huésped al insecto.

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